A los seis
años Einstein ya sabía tocar con soltura el violín, su instrumento musical
favorito de por vida y junto con la ciencia, sus dos grandes pasiones.
La música era una válvula de escape de sus emociones.
Cuando viajaba solía llevar el violín, al que llamaba “Lina”, a la
espera de alguna ocasión para interpretar alguna obra.
Con tal de enfrascarse en la música tocaba con científicos amigos,
con vecinos de su entorno o con cualquiera que le ofreciera esa
oportunidad, participando en conciertos públicos y privados
Sus compositores preferidos fueron: Mozart, Bach, Schubert, Vivaldi,
Corelli y Scarlatti. No tenía el mismo entusiasmo por Beethoven, al que
consideraba demasiado dramático y personal.
Se relajaba después de trabajar tocando a veces en la cocina para evitar molestias a los vecinos.
Siempre que se encontraba en un punto muerto o en un momento difícil en
su trabajo, buscaba refugio en la música. Eso solía resolver todas sus dificultades.
¡Cuánto sabía Einstein!
Aprendamos de él y aprovechemos todos los beneficios que puede aportarnos la música.
¡Cuánto sabía Einstein!
Aprendamos de él y aprovechemos todos los beneficios que puede aportarnos la música.