Hace 35 años, la NASA, lanzó
las sondas Voyager 1 y 2 con la misión de explorar el Sistema
Solar. Además de las cámaras y equipos de transmisión de señales que han
estado revelando a los científicos los secretos de los planetas
vecinos, a bordo de las sondas va una especie de cápsula de tiempo, con mensajes de la Tierra al más allá.
Se trata de un disco fonográfico recubierto en oro que contiene
grabaciones de música, sonidos, voces humanas e imágenes seleccionadas
como un archivo de la diversidad de la vida y la cultura en la Tierra, con la intención de comunicar un retrato general de nuestro planeta.
El disco contiene piezas clásicas como el Concierto de
Brandenburgo de Bach, arias de La Flauta Mágica de Mozart, la Quinta
Sinfonía de Beethoven y la Consagración de la Primavera de Stravinsky.
Las sondas seguirán flotando por la Vía Láctea a la espera de que alguien o algo,
las intercepte y pueda disfrutar de la mejor música de la Tierra.
Por el momento, disfrutemos del Concierto de Brandenburgo número 2 de Bach.