¿Sabías que la mayoría de cirujanos operan con música?
Esto no es algo nuevo, a principios del siglo XX, gracias a los fonógrafos, ya se escuchaba música en alguna sla de operaciones.
Evan Jane, famoso cirujano norteamericano, defendía el uso de la música en las operaciones, "para calmar y distraer al apciente del horror de la situación"
Varios cirujanos del Hospital Universitario de Gales, han
publicado en la revista British Medical Journal un
artículo sobre la música en los quirófanos: cuánto se usa,
qué estilos se escuchan, quién la decide, cómo influye en los
pacientes, en el equipo... y en la propia operación.
Las técnicas actuales de anestesia poco tienen que ver con las de
tiempos del citado Evan Kane, pero aproximadamente tres cuartas
partes de las cirugías se hacen con música, un hecho que beneficia
a los pacientes.
Un estudio indica que la música relajante (con un ritmo semejante
al del latido del corazón) antes de la cirugía puede ser más
eficaz como ansiolítico que el midazolam, uno de los tranquilizantes
más empleados.
Este efecto tiene lugar no solo antes, sino también durante
(cuando la anestesia es local) y después de la operación.
Desde su experiencia particular así lo corrobora Marcos
Gutiérrez, cirujano plástico en el Hospital Universitario de
Oviedo: “En los años que llevo operando, ningún paciente ha
pedido que quitáramos la música. Más bien todo lo contrario, ya
que si hablan de ella es para decir que les gusta o que les ayuda,
que parece que su presencia quita hierro a la situación”.
El cirujano, como el 80% de las personas encuestadas por la
Universidad
de Atenas, considera que la música ayuda en el curso de la
cirugía. “Porque dulcifica el momento y disminuye la posible
tensión que se pueda generar”, apunta. ¿Otras razones del
estudio? “Por el mero placer que añade cuando la cirugía va
bien”.
La música que más suena es de estilo clásico, pero también
suena jazz, pop o country.
Desde la revista British Medical Journal han abierto una
lista de
Spotify donde se pueden ir añadiendo canciones idóneas para
operar. Los propios autores galeses del artículo han conformado su
lista de recomendaciones y prohibiciones.