24 noviembre 2014

El cerebro y la música





¿Qué tipo de música te gusta? No importa cuál sea: seguro que puede ayudarte a sentirte mejor. 


El jefe del Laboratorio de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría de México, Eduardo Calixto explica que los beneficios de la música para la salud están relacionados con la liberación de dopamina, la sustancia responsable de provocar placer.

La música incrementa la actividad neuronal y mejora las funciones cognitivas, siempre y cuando sea agradable para la persona. 

Las canciones con ciclos repetitivos en las notas o en la letra favorecen la comunicación entre las neuronas.
Escuchar música es una de las pocas actividades que requiere de la participación de ambos hemisferios cerebrales.

El hemisferio derecho es el que atiende a los instrumentos y se concentra en las notas pero en el momento en que escuchas cantar a alguien, es el hemisferio izquierdo el que actúa para entender lo que dice la letra.

Esta homogeneización de la actividad cerebral ayuda a ejercitar las funciones cognitivas. 


Por ejemplo, antes de empezar a estudiar se puede escuchar música 45 minutos antes, esto va a “preparar” a las neuronas y se puede aprovechar para tener mejor concentración y más capacidad de retención”

En cuanto al ejercicio físico, es muy útil escuchar música cuando se trata de hacer ejercicio más intenso y durante más tiempo. La combinación de ejercicio y música genera un “jugo neuroquímico” constituido por dopamina, adrenalina y endorfinas que potencia la resistencia física.

La música desvía la atención y no te das cuenta que estás fatigado o que te está doliendo el cuerpo, también altera la activación psicomotora y además el organismo tiende a sincronizar el ritmo de la música con el movimiento.

En el plano emocional, la música incide en el sistema límbico del cerebro que está relacionado con este estado, por lo que es capaz de ponernos contentos o tristes.


La música nos puede provocar emociones, no solamente desde el punto de vista subjetivo. De hecho todo el cuerpo se ve influido, puede modificarse la frecuencia cardiaca y la frecuencia respiratoria de acuerdo al contenido emocional.

Unas notas musicales melancólicas del piano te pueden poner triste porque la música actúa como detonador y amplificador de la emoción, pero si la música es alegre y te gusta, tu estado de ánimo mejorará.


La música también puede beneficiar la relajación y controlar la ansiedad, sobre todo la que no tiene muchas variaciones sino que está basada en ciclos repetitivos con pocos instrumentos. Al escucharla el cerebro disminuye la actividad y pasa de trabajar en una frecuencia de ondas beta a ondas alfa, por ejemplo, lo que favorece la relajación y el descanso.


¿Qué ocurre en el cerebro cuando escuchamos música?


Se libera dopamina. La dopamina estimula el sistema de placer del cerebro (compuesto por el núcleo accumbens, el hipocampo, la corteza prefrontal y la amígdala)
La dopamina mejora el estado de ánimo, combate el estrés y la ansiedad, motiva el movimiento y hace sentir bien a la persona.

Se fomenta la comunicación de las neuronas y con ello se refuerzan procesos cognitivos como la memoria, el aprendizaje, la concentración y la solución de problemas. 

Se activan el hipocampo, el hipotálamo y la corteza cerebral. 


Aquí puedes encontrar más artículos sobre los beneficios de la música. 

Y si quieres ampliar la información, recomendamos el libro "La música y el cerebro"