26 mayo 2014

Entrevistamos a la soprano María Bayo





Hoy tenemos el honor de entrevistar en nuestro blog a la soprano navarra María Bayo, Premio Nacional de Música 2009.


El Regalo Musical ¿Cómo fueron sus inicios musicales? 

María Bayo Una infancia en la que para nada pensaba en la música de manera profesional. Tal vez aquí pudo el instinto y la vocación, en medio de un pueblo privado de conciertos clásicos importantes y experiencias musicales. 

Desde muy niña, cantaba y lo hacía como solista en la Iglesia, acompañada de mi guitarra. Después en diferentes coros de Fitero y Cintruénigo. Pero para nada que ver con una carrera lírica. 
Ya después, en el Conservatorio de Pamplona, donde inicié mis estudios musicales de modo profesional con la guitarra clásica para luego decantarme por el canto: empecé a vislumbrar  donde quería llegar. Seguí perfeccionando durante diez años en Alemania.Y allí surgieron los premios en concursos internacionales y los primeros éxitos en diferentes teatros de ópera.


E.R.M. ¿Con qué repertorio se siente más cómoda?

M.B. Estoy cómoda con todo lo que canto, porque está muy madurado  e interiorizado antes de subir al escenario: Barroco, Mozart, Rossini, la escuela francesa y la española, que, en definitiva, es sobre la que se sustenta toda mi carrera musical. 
La elección del repertorio que canto está determinada primeramente por adaptarse bien a mi vocalidad. No podemos arriesgarnos. 
Después, en el caso de la ópera y zarzuela, por la psicología del personaje, que sea atractiva y que pueda desarrollarla en escena. Pero lo mismo cabe aplicar a otros géneros como el lied y el repertorio concertístico: canto lo que me más me gusta desde el punto de vista musical, pero siempre que se adapte con comodidad a mi vocalidad.




E.R.M. ¿Qué destacaría de sus actuaciones en el Festival de Salzburgo?

M.B. Salzburgo ha sido siempre el escaparate mundial: todo el mundo centra su atención en las puestas en escena, casi siempre polémicas y rompedoras, los repartos, los directores. Marcaba mucho las tendencias posteriores.

Afortuandamente tuve la suerte de contar siempre con grandes maestros, como Mackerras o Maazel, pero me quedó pena de no poder cantar Cosí fan tutte con Claudio Abbado, que, por problemas de salud canceló las dos producciones que allí canté de este título en diferentes temporadas.


E.R.M. Usted es una defensora de la zarzuela, ¿qué le aporta este género musical?

M.B. Primeramente, es nuestro patrimonio y tenemos que defenderlo fervientemente. Ha estado injustamente considerado como género menor. Como en todos los géneros, hay títulos capitales y otros menos interesantes. Pero debe ser bien servida, como hoy sucede, con buenas producciones y un buen reparto para apreciar sus cualidades. 
Buena parte de la producción que he cantado y grabado no es fácil porque en su escritura alterna pasajes muy centrales para la comprensión del texto, o los mismos diálogos, y después tienes que ascender a la zona aguda y sobreaguda. Pero en este género encontramos las raíces de nuestra música, aunque conviven  también lo autóctono con la influencia italiana, desde la zarzuela barroca hasta al s.XX. Tengo especial cariño por Doña Francisquita  de A. Vives, y por La Tempranica, de G. Giménez.


E.R.M. ¿Qué consejos daría a los jóvenes que se inician como cantantes?

M.B. Conocer sus límites y posibilidades muy bien:  qué es lo que pueden y no pueden cantar. Es muy difícil decir “no”, sobre todo al principio, pero es una carrera de largo recorrido y han de saber decir un “no”  a tiempo, porque los riesgos mal asumidos pasan factura a la larga. 
Yo siempre he primado la calidad a la cantidad. Hay que consolidar muy bien la técnica y conocer muy bien nuestras posibilidades. 





E.R.M. ¿Puede compartir alguna anécdota de algún concierto que recuerde especialmente?

M.B. No recuerdo ahora ninguna en especial, pero en la ópera ha habido muchas a lo largo de 25 años de carrera: desde despistes divertidos en detalles de escena, que lo solucionas con la experiencia, a momentos personales, amargos y dolorosos, mientras tienes que seguir cantando como si no pasase nada. Los accidentes, lapsus y sustos durante una representación forman parte del trabajo, pero que son, al final, meras anécdotas.


E.R.M. ¿Próximos proyectos que desee citar?

M.B. Ahora mismo cantaré Mozart y Canteloube en el Palau de Barcelona y Baluarte, además de recitales, conciertos y masterclasses, durante el 2014. 
Música española en escena, con Goyescas de Granados, en el Teatro Real, en julio de 2015. Además, seguiré como siempre he hecho, con  mis recitales de cámara, conciertos y grabaciones. 



Disfrutemos de la maravillosa voz de María Bayo…







Nuestro más profundo agradecimiento a María Bayo por concedernos esta entrevista y a su asistente personal Alejandro Arnaiz su amabilidad y las facilidades que nos ha dado para poder realizarla.